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En el medio audiovisual el reportaje televisivo está sembrando prosperidad, ya que cada vez más abarca las franjas horarias. La redundancia de este género va ‘in crescendo’ en la pequeña pantalla, al mismo ritmo, la competencia es más significativa. El ingrediente primario de los reportajes televisivos es la mezcla entre sus diferentes componentes y la esencia característica que cada medio le dota de diferenciación y autenticidad. Un requisito fundamental: estar vinculado a la actualidad, es decir, a la realidad más inmediata, haciendo de lo importante y novedoso algo interesante que permita introducir al espectador en testigo de excepción. Además, debe haber un análisis profundo y de investigación con diversas fuentes que apoyen e intensifiquen la trascendencia y la credibilidad del tema que abordan.
En numerosas ocasiones, con la entrada de los nuevos formatos de reportajes televisivos como ’21 Días’ o ‘Callejeros’, se adjudica directa o indirectamente, un protagonismo excesivo a los periodistas. La principal causa se debe a la busca del sensacionalismo o entretenimiento que persiguen obsesivamente estos programas. La directora de Repor de TVE, Gemma Soriano Mas, fue una de las ponentes de las VIII Jornadas Internacionales de Periodismo de la Universidad Miguel Hernández (UMH): ‘El Reportaje Televisivo, hibridación y auge de un género’. Según Soriano, “el mejor reportaje es aquel que te entra por la piel y consigue que todos tus sentidos estén en alerta”. Destacó que el periodista no es el personaje principal de las historias sino que “las personas son las protagonistas, quienes tienen algo que contar”. Y destacó que el matiz que diferencia a Repor de otros programas se encuentra en el “lenguaje audiovisual y la forma de contar con nuestras palabras lo que vemos construyendo un discurso”. Hay un claro conflicto dentro de este género periodístico, unos apuestan por el sentido informativo y otros buscan el morbo o el amarillismo a través de la omnipresencia del periodista. “Me importa un pimiento que una reportera pase 21 días donde sea” porque un reportaje “va más allá”, apuntó Gemma.
Por otro lado, el periodista de Antena 3, Gonzalo del Prado, comunicó que estos formatos tienen ventajas como “la proximidad o la frescura” pero carecen en numerosas ocasiones de “información y análisis al convertirse un poco en superficiales”. El papel del informador es narrar de forma correcta los sucesos evitando “ganar mucho protagonismo, solo haciendo más cercano el relato al público”, apuntó del Prado. Y añadió que otro de los problemas es la calidad de los reportajes, que a pesar de que están bien valorados, «no lo están cuidados». Esto mismo apuntó el exreportero de ‘Vidas Anónimas’ y ‘Callejeros’, José Miguel Almagro, quien señaló que “muchas veces no se informa con rigor en los medios audiovisuales por falta de tiempo”. También comentó el tema del valor añadido que tiene el entretenimiento en estos formatos, en los cuales muchas veces depende del reportero que busca más el sensacionalismo que el papel de informar, y la solución es establecer un equilibrio entre ambos. “Hay numerosos sucesos que para mí no son noticia y, sin embargo, en muchos informativos los sacan porque quieren enganchar al público, no informar”, expuso Almagro. A esta insistencia también se une la catedrática de Comunicación Audiovisual de la Universidad Politécnica de Valencia, María Eulalia Adelantado: “El reportaje ha sufrido mutaciones, se ha hibridado con el entretenimiento y ha evolucionado para adaptarse a la nueva audiencia: los jóvenes”.
Otro experto en la materia de reportajes televisivos es el periodista de TVE, Carlos del Amor, quien se define como un contador de historias. «Soy partidario de que Periodismo y Literatura se unan, aunque muchas veces se confunden», explicó del Amor, quien considera que la esencia de un buen reportaje es «la mirada propia del periodista», además de la necesidad de ser «autocríticos de nosotros mismos y buscar una forma original de contar las historias, pues luego aparecen en los medios las noticias del mismo modo».
Para Bienvenido León, periodista y profesor de Producción Televisiva de la Universidad de Navarra, “informar antes que entretener, huir del sensacionalismo, pensar en el espectador o ejercer de ‘perro guardián’” son las piezas fundamentales para elaborar un reportaje de cinco estrellas. En definitiva, los profesionales de la información tienen diferentes conceptos a la hora de definir los principios básicos para crear un excelente reportaje.